El porque de este blog

El porque de este blog

En este blog editado por un peronista, kirchnerista, se puede encontrar una serie de post que abordan temas que creo son universales, mas allá de las particularidades propias de cada país.
Por sobre toda las cosas, a lo largo de todas mis humildes notas, apunto a mostrar la forma en que se comportó el Gobierno kirchnerista con respecto a la economía y también como se comporta la oposición, tanto mediática como política. Espero estar logrando ese cometido, de todos modos, todos los post están abiertos a comentarios que no son de ninguna manera moderados, son aceptados en su totalidad, por la simple razón de respetar a rajatabla la libertad de expresión y aclarar todas las dudas que los lectores puedan tener.
Aclaro que no soy funcionario del Gobierno Argentino, ni estoy pago por el Kirchnerismo, solo soy un trabajador empleado en el rubro hotelería, que apoya de manera clara y de frente las políticas aplicadas por Cristina Fernández de Kirchner.
Como debe ser: diciendo desde donde uno habla.
Por que la objetividad no existe, su "existencia" es pantalla de corruptos partidarios de ajustes criminales.
Porque la economía solo tiene dos maneras de ser manejada: desde las clases dominantes o desde las clases dominadas.

martes, 13 de noviembre de 2012

8N: La "revolución" de los slogans



O del vacío conceptual, que es lo mismo.

No podemos negar que fue imponente. Pero no hay coincidencia sobre las cifras reales de participantes. Macri dice que en la CABA fueron 700.000 personas. 

Sinceramente no me parece. Creo que en el mejor de los casos, llegaron, en todo el país a unas 300.000 o 400.000. Además se cuidaron mucho de dar rienda suelta a su declarado odio a Cristina. Por un lado los medios que sponsorearon a la espontanea manifestación no le dieron el aire en vivo a los participantes, cosa que si hizo el canal 7, con el impecable y profesional trabajo realizado por la muy querida Periodista Cynthia García del programa 678. 

Pero hubo en esa legítima y “pacífica” manifestación algo que siempre me ha preocupado, y mucho, que son los slogans, auténticas verdades a medias, superficiales, frases abstractas con las cuales, por supuesto, no existe nadie que pueda estar en contra. 

Y sostengo que se les puede aplicar la definición de consignas vacías. ¿Porque lo digo? Porque de cada slogans no hay un mínimo de debate. Es el slogan, que refiere un problema, y la señalización de la culpable: Cristina. 

Chicana, operación política, en realidad, ya que no se acepta el debate ni se proponen soluciones.
Propongo una recorrida por cada una de las chicanas, perdón, consignas. 

Inseguridad: no nos explican que es lo que entienden por seguridad y como se logra  ese, hasta ahora, desconocido concepto. Tampoco nos explican por qué razón la parte, el hecho delictivo, es el todo. O sea, porque TN muestra 100 veces en un día un delito, se debe uno convencer de que todos somos asaltados (o cosa peor) todos los días. 

Tampoco entran en el debate sobre lo hecho por el Gobierno en el tema, ya que niegan rotundamente que el kirchnerismo haya hecho algo al respecto. Nadie niega la existencia de los delitos, pero me parece que lo que exigen los sloganistas es la eliminación absoluta y llana de todo delito. Un verdadero delirio este.
¿Por qué no nos cuentan en qué país se logró eliminar la totalidad de los delitos? 

Corrupción: acusación basada exclusivamente en las tapas de los medios opositores como Clarinación y Perfil. Es muy infantil negar que no existen funcionarios corruptos en un gobierno, de hecho nadie en el kirchnerismo lo hace, pero se repite aquí lo que es el eje de los caceroleros: nada de debate. 

Por ejemplo, el caso Ricardo Jaime. El hecho de que presuntamente sea un funcionario corrupto, que justificaría esa realidad según las cacerolas? Que todos son corruptos y el modelo de inclusión debe ser desmantelado. Es fácil advertir que cuando menos esta “verdad revelada cacerolera” es discutible. Nuevamente se da la parte por el todo. 

Amenazas y aprietes: Son un absoluto y total invento. Jamás este Gobierno ha amenazado o “apretado” a nadie. 

Pero supongamos que alguien lo haya hecho, lo digo porque seguro se refieren a Guillermo Moreno, presunto “amenazador” y “apretador”. Adivinen quienes dicen y desparraman tal condición  de Moreno. Por supuesto que en la Justica no hay ningún dictamen que fundamente las acusaciones de tapa de Clarinación. 

¿Pero qué importa?

 Inflación: nadie niega tampoco, que existe. Pero seguimos en lo mismo: nada de debate, nada de hablar de la Inflación de Demanda, Inflación Autoconstruida ni tampoco de que estamos en un país en donde los empresarios aumentan sus precios en un porcentual idéntico o mayor al aumento salarial, una situación derivada de una matemática de exclusiva invención empresarial argentina, que dice que el salario es el único costo que tienen sus productos. Una barbaridad casi criminal diría, pero que nadie de los inflacionólogos  quiere debatir, a pesar de ser una “verdad revelada”


Mentiras: ¿cuáles? El slogan en su concepción más absolutista: Todo es mentira. Si es así, que tienen la verdad absoluta, ¿por qué no debaten? 

Impunidad: Esta acusación es corolario de la de corrupción, ya que si todos son corruptos, todos deben estar presos, si no es así, es porque, por supuesto, hay impunidad. Para que hablar de las pruebas que tienen para sostener tal acusación. ¿Qué importan las pruebas? Nada. Si lo dicen Clarinación, basta y sobra.

Dividir a la sociedad: Jaaaaa! Jaaaaaa! Claro, si odian a los pobres por culpa de Cristina. También están en contra de la inclusión, la AUH, la entrega de viviendas o terrenos, la Justicia Social por culpa del kirchnerismo. 

Y es culpa de Cristina que cuando muestran a un pobre acusan al Gobierno de no hacer nada por ellos. Y cuando lo hace, la acusan de “dar plata a los vagos” Hipocresía descomunal la de los cacerolos, y es todita de ellos. La culpa de ser hipócritas, digo. 

No escuchar: ¿Qué significa “que Cristina no los escucha”? ¿Qué no hace lo que ellos quieren? Y tienen razón. Cristina hace lo que  queremos los y las que la votamos. 

Es indudable que los asistentes a la manifestación han sido “perjudicados” con algunas medidas que el Gobierno ha tomado, pero han sido “perjudicados” en sus privilegios, esto es, fueron “perjudicados” en parte de lo que no tienen derecho a tener, como es el derecho a comprar divisas extranjeras, que es constitucional, pero como todo derecho, no es absoluto. 

Es indudable que el dólar ha sido usado para atesorar por parte de una buena cantidad de pequeños ahorristas, pero también es innegable que se lo compra con lo que se evade en impuestos y fugar la riqueza resultante de dicha evasión hacia los paraísos fiscales. Vacían la economía del país.

Es justo aclarar que la evasión en Argentina, según cálculos bondadosos, llega a un 60%, y también cabe preguntarse quiénes son los que evaden. Y esto no es un derecho, ni siquiera debe ser visto como un privilegio, es un delito execrable. Y encima lo cometen en una economía manejada por un Gobierno que, dicen, los “ataca”. 

Porque esos dólares que fugan, los ganan en Argentina, que tiene un Gobierno policlasista, que quiere, y a mi juicio lo está logrando acabadamente, incluir a todos, empresarios, clases medias y obreros, ya que es su concepción de la vida, (y también la de muchos que no fuimos a la marcha) no en Estados Unidos. Hipocresía, y diría que criminal. Les cabe perfectamente el concepto

No a la re-re: La re-re es un tema que fue introducido por Clarinación a través de sus políticos empleados, ya que de parte del Gobierno no hay un proyecto semejante en el Congreso. Pura chicana, que espero se les vuelva en contra.

Esta conducta, la de no debatir, la de enviarle a la sociedad mensajes que son “verdades reveladas”, “indiscutibles”, es profundamente antidemocrático. No podemos negar que la mayoría de los carteles, caseros, eran políticamente correctos, pero no todo fue así, las agresiones, varias y muy virulentas, lo demuestran. 

Además, con el asunto de referirse a la manifestación con frases  como “la ciudadanía se manifestó” o la “gente se manifestó”, vuelven sobre  la cuestión de la parte por el todo: no tienen en cuenta a los que no fuimos, (no somos ciudadanía ni gente, parece)  pone aún más en claro el sustrato profundamente antidemocrático de “la ciudadanía”, “la gente”. 

Creo que fracasaron, pensaban lograr una “revolución”, marcar un hito trascendental en la historia argentina, pero el único éxito que lograron es que le dejaron muy en claro al mundo todo que de ninguna manera van a poder seguir afirmando que estamos en una “diktadura”. Se les murió un importante caballito de batalla.

Pero eso no los hace menos peligrosos. Todo lo contrario.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario