El porque de este blog

El porque de este blog

En este blog editado por un peronista, kirchnerista, se puede encontrar una serie de post que abordan temas que creo son universales, mas allá de las particularidades propias de cada país.
Por sobre toda las cosas, a lo largo de todas mis humildes notas, apunto a mostrar la forma en que se comportó el Gobierno kirchnerista con respecto a la economía y también como se comporta la oposición, tanto mediática como política. Espero estar logrando ese cometido, de todos modos, todos los post están abiertos a comentarios que no son de ninguna manera moderados, son aceptados en su totalidad, por la simple razón de respetar a rajatabla la libertad de expresión y aclarar todas las dudas que los lectores puedan tener.
Aclaro que no soy funcionario del Gobierno Argentino, ni estoy pago por el Kirchnerismo, solo soy un trabajador empleado en el rubro hotelería, que apoya de manera clara y de frente las políticas aplicadas por Cristina Fernández de Kirchner.
Como debe ser: diciendo desde donde uno habla.
Por que la objetividad no existe, su "existencia" es pantalla de corruptos partidarios de ajustes criminales.
Porque la economía solo tiene dos maneras de ser manejada: desde las clases dominantes o desde las clases dominadas.

miércoles, 22 de mayo de 2013

La Presunción de Inocencia hoy en Argentina.


Diariamente asistimos a una descomunal cantidad de denuncias de actos de corrupción cometidos, según los que las hacen, por el gobierno kirchnerista. Y también asistimos a algo que es muy fácil comprobar, y es que esas denuncias son tomadas por verdaderas por una parte al parecer importante de la sociedad.

En realidad no sabemos a cuánto asciende el porcentaje de personas que se creen a pié juntillas todas y cada una de las acusaciones que hacen Clarín y La Nación y sus batallones de denunciadores. La comprobación de mi afirmación de que hay sectores que toman como denuncias de hechos de corrupción verdaderos, o sea que se han cometidos se puede hacer fácilmente recorriendo los foros de noticias de los diarios denunciadores seriales de corrupción: Nadie tiene la más pequeñísima duda de que es cierto todo de lo que se acusa al Gobierno.

Nadie desde el kirchnerismo niega la existencia de funcionarios corruptos, o, si así lo prefieren, de bolsones de corrupción. Nadie, absolutamente nadie lo hace. Pero creo que hay alguna diferencia con el hecho de afirmar, tal como lo hace por ejemplo, Lanata, que este es un gobierno en donde todos son corruptos.

 Las operaciones “anticorrupción” de los medios hegemónicos comenzaron con acusaciones en contra de funcionarios de primera o segunda línea, y me parece, a la luz de los resultados de las presidenciales del 2011, que mucho beneficio no les dió a los denunciadores.

Por eso, ahora el blanco son Néstor y Cristina. Que Néstor robaba y lavaba con empresarios como testaferros, que las bóvedas, que la compra de jugadores de Racing, y vaya a saber qué “pruebas” más tendrá guardadas en la galera el showman Lanata. Está visto que los opositores van por todo: el kirchnerismo no tiene funcionarios corruptos, el kirchnerismo es, un ente corrupto.

Ese es el mensaje. Mensaje que es tomado al pié de la letra por ciertos sectores de la población, según se puede ver en Internet. Ahora, ¿esto está bien? ¿Es una forma conveniente de vida tomar por cierto todo lo que se denuncia? Sabiendo que los medios hegemónicos son opositores, a pesar de que no se presentan como tal, sino como adalides de la objetividad, la veracidad y la independencia, además de que “son absolutamente honestos, puros y espirituales”, ¿por qué aceptan como verdades reveladas todo lo que dicen?

Porque los medios como Clarinación son opositores, por más que digan lo contrario. Es muy fácil desenmascarar a esta “objetividad…”: prestando atención a las medidas económicas que defienden y promueven. Son todas de neto corte derechista y neoliberal: ajuste, devaluación, enfriamiento de la economía, rebajas de sueldos, eliminación de las paritarias, “los salarios son inflacionarios”,etc.

Todo lo contrario a las medidas defendidas y aplicadas  por Cristina y su Gobierno. Más claro, echarle agua. Pero el eje de este post es otro. ¿Es posible y conveniente vivir en una sociedad en donde todo gire alrededor de lo que dice un medio? ¿Es democrático y republicano que ese medio no acepte que se debe aplicar la presunción de inocencia a todas sus acusaciones?

La presunción de inocencia que, por ejemplo, Clarín reclama para sí por las acusaciones que pesan sobre ellos por la obtención mediante robo de Papel Prensa. No tiene nada de democrático y republicano la condena mediática. ¿Es posible vivir en democracia si todo lo que deba ser considerado delito va a depender de la óptica de un medio y sus periodistas y partidarios? No, para nada.

Pero sin embargo, vivimos en una sociedad que ha decidido, al menos en parte, aceptar que un grupo de medios maneje sus sentimientos y creencias, cagándose en ese principio tan fundamental para poder seguir caminando por estas callecitas de nuestro país.  Es, mal que les pese a muchos, un derecho fundamental del hombre, y dije hombre, no dije militante o funcionario kirchnerista, la Presunción de Inocencia.

La Declaración Universal de los Derechos del Hombre, en su Artículo 11 dice:

“(…) toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad (…)”

Y el Artículo 8 de la Convención Americana de Derechos Humanos dice:

 (…) Toda persona inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se establezca su culpabilidad (…)


Este derecho humano tan primordial, ya que protege a todos por igual, ¿en qué parte es reconocido por los acusadores seriales de Argentina? Este Derecho ha sido arrasado en la Argentina por estos medios y sus “periodistas”, con el apoyo de algunos políticos, sindicalistas y por miles de foristas en internet. Y que después, nos dan clases de democracia y republicanismo.

Cualquier acusación que se haga en un medio de prensa se ha transformado, por obra y gracia de la “objetividad e independencia” de periodistas “veraces”, en una condena por demás firme e inapelable. ¿Y por qué?  ¿Hay algún opositor que contradiga esto que estoy afirmando?

Dijo el ex Senador Hipólito Solari Yrigoyen en una nota publicada en La Nación el día Lunes 15 de junio de 1998:

“El juicio público conforme a la ley, con las garantías de defensa, carece de vigencia efectiva si el acusado es condenado de antemano y en forma irreversible por una opinión pública de cuya presión no todos los jueces son capaces de evadirse. Cuando la acusación se identifica con la condena, la pérdida de la honra y de la honorabilidad es definitiva y no hay para el acusado absolución tardía que pueda reintegrárselas”.

¿Qué van a decir si se comprueba que todas las acusaciones son falsas?

¿Alguien en la opo mediática acusadora está dispuesto a rebatir esto? ¿Hay algún lanatista que se atreva a decir que no está comprendido dentro de este clarísimo concepto del ex senador radical Solari Yrigoyen?

Recordemos a las profecías de esos economistas opositores que se cansaron de pronosticar por todos los medios a su alcance el “hecatombe económica kirchnerista”. ¿Le acertaron? No. ¿Pero les creyeron? Si. Y condenaron a Cristina al infierno.  Y pesar de que, ya está claro, mintieron, ¿cambiaron su condena inapelable? No. Odio en su más pura acepción

Surge de manera natural una pregunta,  ¿No es lógico suponer que esta presunción de culpabilidad, de la  que hacen tanta gala en la oposición, no es el resultado de cualquier cosa menos de la honestidad y el republicanismo?

Y sigo citando al ex senador radical:

“La Argentina tiene una penosa tradición de no respetar la presunción de inocencia. En los largos períodos de autoritarismo de su historia, ningún perseguido era inocente. Aunque no hubiera contra él acusación ante la Justicia, lo que le hubiera permitido, al menos, defenderse de las imputaciones, siempre hubo agentes o servicios de informaciones que se encargaban de difundir las supuestas culpas de los disidentes”.

“En décadas despóticas recientes, cuando se ponía a alguien a disposición del Poder Ejecutivo siempre era a causa de una falsa peligrosidad que se le atribuía. Nunca deberíamos olvidar que aquel oprobio de "por algo ha de ser", que estaba en boca de tantos, sirvió para cubrir sin protesta ni reacción los peores y más aberrantes crímenes”. Link: http://www.lanacion.com.ar/100091-la-presuncion-de-inocencia


No es muy difícil darse cuenta la absoluta concurrencia entre lo que dice Solari Yrigoyen, que preside Nuevos Derechos del Hombre, organización no gubernamental con estado consultivo ante las Naciones Unidas, y la conducta de todos los acusadores de este Gobierno. Link: http://ndh.org.ar/

Si respetaran este Principio Universal, ¿podrían mantener el violentísimo “son todos chorros” que llevan adelante los acusadores? ¿Podrían hablar con tanta seguridad y presentar un decorado como “prueba” de la existencia de una “bóveda”? ¿Las manifestaciones cacerolas serían con tanta virulencia? ¿Aceptarían las cacerolas y sus mentores ser declarados culpables por una simple tapa acusadora de Página 12 sin derecho a ampararse en este principio jurídico esencial?

Una digresión: ¿Lanata aclaró que su “testigo estrella” Miriam Quiroga no ratificó ante la Justicia nada de lo que dijo en su programa? Para comprobarlo:

Tampoco todavía el Canal 13 ha presentado, ante el requerimiento de la Justicia, las pruebas que sustentan la acusación de que Néstor y Lázaro Báez lavaban dinero. ¿Se entiende? No han presentado nada. Y sin embargo, ¿hay alguna duda de que todos, con Morales Solá a la cabeza están convencidos de que no hay nada que probar?, basta y sobra con lo dicho en PPT. Para enterarse con más detalles: http://joserubensentis.blogspot.com.ar/2013/05/a-un-mes-del-escandalo-de-la-ruta-del.html

Estos “adalides de la honestidad” también dijeron que el Vicepresidente había viajado a la ciudad de Carmelo, Uruguay con bolsos sospechosos de contener dinero robado. Y resulta que en el horario del “viaje”, Boudou estaba con el Ex Presidente de Brasil  en el Congreso Nacional.

Que cada uno saque sus propias conclusiones.

¿Podemos pensar que este flagrante desconocimiento de tan importante principio es inocente? No, lo hacen a sabiendas. Lo que buscan es, precisamente, la condena mediática e inapelable, máxime que estamos en año electoral. No existe la defensa de la honestidad por parte de estos acusadores antidemocráticos, lo que existe es el deseo de voltear a un Gobierno al que no quieren, al que critican por sus errores, pero odian por sus aciertos.

Y que por el odio que los maneja son peligrosísimos. Si llegan a ganar las elecciones legislativas de este año, aunque sea por apenas un voto, van a profundizar aún más la campaña en curso buscando tumbar a Cristina, amparándose en un “masivo rechazo a su gestión”, cosa que se han cansado de repetir por todos los medios y foros.

Y con respecto al odio descomunal que siente el lanatismo, que mejor que recordar a Chomsky en sus famosas 10 Estrategias de Manipulación Mediática (en este caso, la 6)


6 – UTILIZAR EL ASPECTO EMOCIONAL MUCHO MÁS QUE LA REFLEXIÓN. (¡Son todos chorros! Lanata dixit)

Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido crítico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos… (El remarcado me pertenece)

Cualquier semejanza con el comportamiento del antikirchnerismo, no es para nada casualidad

A mí me resulta evidente que estamos en un momento muy peligroso para las “mayorías dictatoriales”, al decir del Bartolo Memitre hijo, y que es absolutamente necesario implementar una contundente respuesta, que tiene que ser política, ya que otra forma, me parece,  no hay para enfrentar esta demencial campaña que busca llevarnos de vuelta al criminal ajuste,  al 25% de desocupación con sueldos irrisorios y hambreadores  y a la más absoluta desigualdad.

Una democracia en donde un sector político se arroga la facultad de decidir quién es inocente o culpable, no es una buena democracia. Es la batalla cultural más dura que debemos enfrentar, ya que la penetración de los medios hegemónicos es superlativa, y ayudados por el constante repetir y repetir, terminarán instalando como verdad revelada “la corrupción de Néstor y Cristina”.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario