El porque de este blog

El porque de este blog

En este blog editado por un peronista, kirchnerista, se puede encontrar una serie de post que abordan temas que creo son universales, mas allá de las particularidades propias de cada país.
Por sobre toda las cosas, a lo largo de todas mis humildes notas, apunto a mostrar la forma en que se comportó el Gobierno kirchnerista con respecto a la economía y también como se comporta la oposición, tanto mediática como política. Espero estar logrando ese cometido, de todos modos, todos los post están abiertos a comentarios que no son de ninguna manera moderados, son aceptados en su totalidad, por la simple razón de respetar a rajatabla la libertad de expresión y aclarar todas las dudas que los lectores puedan tener.
Aclaro que no soy funcionario del Gobierno Argentino, ni estoy pago por el Kirchnerismo, solo soy un trabajador empleado en el rubro hotelería, que apoya de manera clara y de frente las políticas aplicadas por Cristina Fernández de Kirchner.
Como debe ser: diciendo desde donde uno habla.
Por que la objetividad no existe, su "existencia" es pantalla de corruptos partidarios de ajustes criminales.
Porque la economía solo tiene dos maneras de ser manejada: desde las clases dominantes o desde las clases dominadas.

lunes, 20 de abril de 2015

Leuco y "el odio kirchnerista"

El “periodista” Alfredo Leuco, hace un tiempito, acusó al kirchnerismo de ser el creador-introductor del odio en nuestro país. En esta afirmación de Leuco está implícito el reconocimiento de que nos odian de sobremanera. No es poco ese tácito reconocimiento.

Peeeeeeeeeroooo… la culpa es de Cristina. Y de Néstor. También lo incluyó, a pesar de que se han cansado de afirmar que todo iba bien durante el Gobierno de Néstor. Pero nada es perfecto,  el también “llenó de odio al país”.

Y lo más lamentable es que hay muchísima gente que está plenamente convencida de que el odio descomunal que sienten hacia “la yegua” y los que la apoyamos es culpa del kirchnerismo. No reconocer que lo que sentimos es responsabilidad de cada uno, es, cuando menos, una aguda falta de honestidad.

El odio es todito de ellos. Generado en cuerpos y almas plenas de racismo. Personas educadas, por sus padres y/o colegios, en un contundente odio de clases. Y el odio de clases es bastante anterior al kirchnerismo. Incluso muy anterior al primer peronismo.

La afirmación de Leuco es una gigantesca falacia. Pero a la vez es una afirmación muy simple, que cala hondo en muchas personas. Y esas simples afirmaciones suelen ser muy difíciles de contrarrestar. Tampoco debemos perder de vista que los “periodistas” como Leuco son verdaderos profesionales en el arte de mentir. Además de tener una aquilatada experiencia, por supuesto.
Es fácil advertir que dicen cualquier mentira, como esta que me ocupa hoy, y no se ponen colorados.

Saben perfectamente que una gran mentira puede ser construida con apenas una frase que puede llegar a ocupar, con toda la furia, un par de renglones. Y ese privilegio que tienen los mentirosos, los mentirosos que nos atacan lo usan permanentemente.

Ejemplo: “El kirchnerismo introdujo el odio en Argentina” Menos de medio renglón lleva vomitar esta mentira. No es así con el hecho de contrarestarla. A pesar de que tenemos un par de miles de años de historia, como mínimo, que demuestran lo contrario.

En plena lucha sin cuartel por eliminar “la grieta, el “periodista” Leuco le manda una carta solicitándole al Papa que no reciba a Cristina, pero la culpa de esa carta es del Kirchnerismo. Amén de que es una carta plena de amor, por supuesto. ¿En donde se habrá metido Leuco su republicanismo? Porque a mi me parece que desde una óptica democrática no cabe pedir que un Jefe de Estado no reciba a otro Jefe de Estado por la simple razón de que soy opositor a uno de ellos.

Que no esté de acuerdo con que Francisco la reciba por quinta vez, me parece que es su derecho, pero creerse que por ser opositor tiene el derecho de oponerse a un protocolo que se respeta a rajatabla en todo el mundo, me parece que entra en el terreno de la más supina estupidez. El simple y descomunal odio, en verdad.
Pero de todos modos, el Papa le respondió. Y de esta manera:

“Estimado Sr. Leuco: Recibí su carta del pasado 9 (Carta abierta al Papa Francisco) y le agradezco de corazón que la haya escrito.

El tono sereno manifiesta la voluntad de comunicarse frontalmente y las disidencias se dicen con paz, fluidamente. No hay allí una sola agresión o alguna expresión altisonante. Y esta actitud edifica, une, es constructiva. Gracias, muchas gracias!

En tres renglones, con la clásica dulzura de la jerarquía católica, Francisco le dice claramente que no está para nada de acuerdo con su posición, y que no va a darle el gusto de no recibir a Cristina.

Me permito una confidencia. Al concluir la lectura de su carta me vino a la mente una de las Bienaventuranzas: “Felices los mansos, porque recibirán la tierra en herencia” (Mt 5, 4). La mansedumbre, esa actitud tan ligada a la paciencia, a la escucha, a la ponderación y que -a veces- en el imaginario colectivo se la confunde con pusilanimidad. Pero no es así: en realidad es la virtud de los fuertes.

En el párrafo siguiente el Papa le recuerda una de las Bienaventuranzas, la de los mansos. Con lo que me parece que le está diciendo que si está tan seguro de tener toda la razón, que espere, que sin duda el triunfo en Octubre será de ellos. Y si no es así, que siga mansamente por la vida, ya que si bien la carta al Papa no contiene agresión hacia su persona, si la tiene, y mucha, hacia la persona de Cristina. El pedido rebalsa de odio.

Nuevamente, gracias. Y, por favor, le pido que no se olvide de rezar por mí. Que Dios lo bendiga.

Fraternalmente,
Francisco”.
Las negritas me pertenecen.


Este “periodista independiente” disfraza su pedido lleno de odio en la “verdad revelada” de  que recibir a “Cristina por quinta vez” es “un error” que indudablemente entraña un peligro descomunal para el país todo. Delirio fenomenal y no hay posibilidad de que a ese delirio nos lo puedan presentar como amor.

Simplemente odio. De cuya génesis y emisión son responsables esos odiadores. La historia del mundo está repleta de pruebas de que el odio que sienten las clases dominantes hacia los pobres no es creación del kirchnerismo. Y se pueden fijar en la Biblia si no me creen.

El odio de clase, del cual Leuco es una de sus abanderados y difusores cuenta con paradigmas como la época anterior a la Revolución Francesa. La poderosa aristocracia que tenía sumida en la miseria y la explotación a toda la población, fue barrida del mapa, y no precisamente porque amara al “populacho”.

Odio que en Argentina tuviera sus conspicuos continuadores, como la Sociedad Rural Argentina, patrocinadora de toda represión y masacre que hubo por estos lares. Podemos recordar las de la Semana Trágica y la Patagonia Rebelde, que entre ambas suman unos 2300 obreros masacrados, por el pecado de… reclamar la jornada laboral de 8 horas.

Y no son las únicas manifestaciones de “perfección y el amor” que han llevado a cabo los ahora mandantes del “periodista” Alfredo Leuco.

Bombardeo a Plaza de Mayo, golpe del 55, robo del cuerpo de nuestra líder espiritual,Evita, proscripción del peronismo, amorosa actitud que pervivió por espacio de 18 años. Y siguientes golpes de estado, como los 26 pronunciamientos y 6 intentos de golpe de estado que tuvo que sufrir el Gobierno de Arturo Frondizi.

Frondizi, debemos recordar, subió con los votos del peronismo, tal lo acordado por el desarrollista con el General Perón, acuerdo que luego el narigón se olvidó de cumplir. A pesar de lo cual, los grandes amadores del pueblo argentino, igual voltearon.

Lo mismo hicieron con el  Gobierno Radical encabezado por Arturo Íllia, que había ganado el sillón de Rivadavia sin los votos del peronismo, con un 25% del total de los sufragios. O sea, sin duda para todos los amadores, era un Gobierno perfecto ya que no tenía ningún voto de “negro cabecita”. Nos aman por igual a todos, los patrones de Leuco.

Como es fácil advertir, el génesis del odio hacia el kirchnerismo no está en Néstor y Cristina. Si tenemos ganas, podemos seguir hurgando en la historia, tanto antigua como la más reciente, y podremos ver como surgen ejemplos a montones de un odio del que el kirchnerismo solo es el receptor.

No puedo evitar recordar una de las “verdades” mas paradigmáticas del antiperonismo, que no fue precisamente generada en el amor: “los negros se hacen el asado con el parquet de las casas que les regaló el tirano”

Levantar el parquet para usarlo para hacer un asado es una muy eficiente forma de suicidio, ya que esa madera está impregnada de productos químicos que al encenderse generan un gas con cianuro, veneno si los hay, impregnando la carne y matando al que la coma.

Al antiperonismo, como podemos ver, siempre lo motivó el amor.






No hay comentarios.:

Publicar un comentario